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Después de la visita a la casa de cena continuamos por el pasillo de acceso a la torre donde se encuentran más obras del artista alemán, en la tradición tardo naturalista, Max Römer (1878-1960). Aún la presencia de grabados ingleses con temas de costumbres de finales del siglo XVIII, inicios del siglo XIX. A través de la estrecha e inclinada escalera se accede a la torre de la casa que proporciona una amplia vista al mar, de ahí la designación avista navios (avista a barcos), y también un panorama de las montañas de altitud. La torre, con su mobiliario ecléctico, en la tradición madeirense del siglo XIX, presenta un conjunto de grabados europeos de mediados del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. En particular culminante un arce portugués, madera de caoba, con especial ranura delicadeza.
Es de interés una pintura sobre vidrio de un taller portugués, desde finales del siglo XVIII, con su marco tallado y dorado, así como la pintura romántica con el retrato de una dama, de un taller de Inglés probable. En este espacio también un homenaje al libro del gran escritor portugués Agustina Bessa-Luís, A Corte do Norte (La Corte del Norte), con pasajes y referencias a Ponta Delgada.
